Hay veces que cuando paseamos por el campo, la playa, salimos de excursión, etc. podemos ver lugares sucios, llenos de basura que otras personas han tirado. En muchas ocasiones vemos como esa basura lleva años, y no desaparece, pero sí nos permite ver los efectos que el sol, la lluvia, etc., han hecho sobre ellos. Por el contrario hay otro tipo de basura que es natural, que ha sido creada por la naturaleza, no por el hombre y que recibe el nombre de basura biodegradable.
Pero ¿qué significa exactamente esto? Un producto biodegradable es aquel que se descompone y desaparece de forma natural, sirviendo como nutriente a las plantas. Un ejemplo de este tipo de residuos son: restos de pieles de frutas, hojas de plantas, etc.
Por esta razón, es muy importante aprender a separar la basura y no tirar los productos que no son biodegrables, junto a los que lo son, ya que esto es dañino para el medio ambiente.
Ahora os ofrecemos un experimento que ayudará a los más pequeños a entender este proceso. Para ello, necesitaremos dos recipientes vacíos de yogur que llenaremos de tierra húmeda. En uno de ellos enterraremos un tapón de plástico, y en el otro un trozo de piel de mandarina. Lo dejaremos durante dos semanas al sol y vigilaremos constantemente la tierra para que este húmeda. Una vez transcurrido el tiempo indicado, se observa el contenido de los dos vasos y se explica por qué la corteza de mandarina está desintegrada y el tapón sigue en el mismo sitio.
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